LA VIDA ES UN GRAN PROCESO DE TRANSFORMACIÓN

¿Qué resultado deseas al final del día? Al final de tu vida.

Las últimas semanas he tenido en mi mente la idea de comer flan y hasta estuve buscando recetas y pasos sobre la preparación. Mientras leía tuve una iluminación especial y llegué a la conclusión que la vida quizás es como preparar flan. O cualquier otra buena receta; debes seguir el proceso, paso a paso de principio a fin, porque querer saltarlo o evitarlo influirá claramente en el resultado.

De hecho, puede que obtengas un buen flan (buena vida) con solo mezclar los ingredientes y cruzar los dedos para que salga bien, pero te estarías perdiendo del mejor flan de la historia (tu potencial máximo) conformándote solo con observar que pasa.

Ese viejo cliché que nos insta a ser la mejor versión de nosotros mismos se trata de revolver, esperar. Volver a revolver y esperar que el fuego nos transforme, para por último disfrutar lo mejor de nosotros mismos. Y esa es la razón por la que somos procesados en el fuego, por el bien nuestro.

Los procesos tienen la intención de refinarnos.

Es igual de cierto que a veces no tenemos claro la receta o cual es esa “mejor versión de nosotros mismos”, pero sigamos dando pasos de fe hacia lo que Dios esta bendiciendo.

Pregúntate ¿Qué está bendiciendo Dios ahora? y ponte en marcha en esa dirección, en el camino el misterio te será revelado. La voluntad de Dios sigue siendo que tengas “un flan” bueno, agradable y perfecto, lo prometo.

"No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta" Romanos 12:2

Publicación original: 16 de octubre, 2016.