SOBRE LOS ¡CUATRO DÍAS! DE APAGÓN NACIONAL

Quisiera empezar aclarando la perspectiva muy personal desde la que escribo esto y la imprudencia que me han dejado cuatro días sin energía eléctrica.

Con la única referencia más que especulaciones sobre situaciones ocasionadas en el Guri, puedo llegar a mi primera conclusión lógica y es el hecho increíble de que una nación entera dependa de una sola fuente de energía.

Quizás esto ¡porfin! nos golpee la cara para terminar de abrir los ojos a la tan mala gestión política de este gobierno de paso.

Por otro lado y dado a los aires de crisis que respiramos como venezolanos, llego a mi segunda conclusión y es lo realmente poco preparados que seguimos estando para una. Pero por favor, no dejemos a un lado el ímpetu que seguimos teniendo en sobre ponernos a los días malos y la solidaridad que 20 años han querido apagarnos, pero que por alguna razón milagrosa sigue sobre las brazas con todas las intenciones, menos extinguirse.

En estos cuatro días escuche voces que nunca pensé oír como la del dueño del autolavado a unas cuadras de mi casa decir a sus empleados "Denle agua a todos". Vi lo que no pensé que vería como a mi vecina de al lado compartirnos comida hecha, a mi vecino del edificio al frente compartir carne cruda antes de verla dañada y a mi otro vecino del edificio a la derecha compartir agua potable.

Experimenté lo que hace mucho no hacia: Venezolanos compartir en medio de la crisis y la ABSOLUTA y soberana mano de Dios obrando en cada detalle.

Esto me lleva a mi cuarta y ultima conclusión, y es que no importa cuan automático, aislado, digital y electrónico nos empeñemos en volver las cosas, eventos tan terribles como un apagón nacional nos recuerdan que juntos... podemos y resistimos más.