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TU

DISEÑO

LA GRAN COSA

  • Foto del escritor: Maria Hernandez
    Maria Hernandez
  • 1 oct 2018
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 9 oct 2018

El mundo actual esta en tanto movimiento, actividad e interacción que permanecer por lo menos 5 minutos quietos delante de Dios es lo loco, absurdo y raro.


Nadie puede culpar a una niña de 9 años por dejar un bolso olvidado en casa de sus tíos, cuando apenas y recuerda que debe cepillarse todos los días.


No me culpen, pero me paso. Tan olvidadiza como luchadora para recuperar lo olvidado. Con ímpetu necesario para armar del incidente un escándalo. No se trataba de cualquier bolso, no era el peine de la muñeca, ni el tacón de barbie y mucho menos uno de los ganchos que usaba en el cabello en esa época.


Se trataba del bolso que contenía mi más preciado tesoro: una caja de colores y un block de dibujo desgastado. Hablamos de mi quehacer favorito, lo relevante, la “gran cosa” en mi vida.


Me he preguntado, que cosa mueve a Dios de la misma manera que me movió a mí el recuperar aquel bolso en casa de mis tíos lo antes posible ¿Qué lo hace levantar del trono?


No es muy difícil la respuesta. Tan solo ve en retrospectiva hacia la cruz del calvario y observa hasta que punto fue capaz de llegar. Escúchalo decir las siguientes palabras: "Consumado es"; ahora camina hasta el templo y mira con tus propios ojos el velo que nos separaba de Dios rasgado por la mitad y el total acceso a El.


Lo que hace levantar al Padre del trono es una relación íntima, cercana y personal con cada uno de nosotros.

No puedo explicarte, como tampoco puedo explicarme porque nos cuesta tanto, tan solo HABLAR con Dios. No entiendo como en una salida planeada entre amigos para hablar, cuesta tanto interactuar tan solo los dos y en cambio involucramos las 80 personas aproximadamente que ven nuestros estados en redes sociales, publicando cada cosa y cada movimiento.


El mundo actual esta en tanto movimiento, actividad e interacción que permanecer por lo menos 5 minutos quietos delante de Dios es lo loco, absurdo y raro.


Es indiscutible que alegramos a Dios cuando trabajamos por lo que hace latir su corazón, pero logramos soprenderlo cuando nuestro oido se posa en su pecho para escuchar al ritmo que va cada latido. En silencio y quietud. Atentos y conectados.

En un mundo lleno de tanto ruido, lo relevante para Dios es quien logre estar en silencio en su presencia.

En medio de tanta actividad, lo que impresiona a Dios es aquel que pueda parar la agenda y prestarle atención a El.

En la era de tantos cambios, la gran cosa para Dios es quien pueda decirle "aun te sigo amando"

El bolso recuperado, lo relevante, lo que impresiona y la gran cosa para Dios son las personas que logran hacer de Dios, su prioridad.

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